Es mi segunda emisión y quiero abordar tres perspectivas, la primera de ellas es el turismo, la segunda es la identidad y la tercera es por supuesto la mercadotecnia. Llevo cerca de 12 años trabajando en el sector turístico haciendo marketing para destinos y para prestadores de servicios turísticos como: hoteles, restaurantes, bares, museos, autobuses, agencias de viajes, así como un sin número de atractivos turísticos y culturales. Lo anterior me ha permitido explorar y viajar por todo el país saboreando la diversidad que existe a lo largo y ancho del país.
En estos años he encontrado varios ingredientes que son fundamentales al momento de fabricar un producto turístico. El primero de ellos es descifrar qué es lo que se ofrece, así como esa parte diferenciadora que lo destaca de otros servicios o productos, la segunda es encontrar un lenguaje que pueda traducir de forma más universal todos esos atributos, por último y en tercer lugar, es fabricar una propuesta que sea de interés para un segmento en particular.
Al hablar de México se habla de diversidad, por tanto es muy importante reconocer que esta riqueza nos hace tener muchas variantes, mismas que nos otorgan un grado mayor de complejidad al momento de hacer mercadotecnia. Para muestra los distintos tipos de segmentos que se atienden a través de grupos o estilos de vida, por ejemplo el turismo cultural, el espiritual, el de aventura, el de negocios, el de bodas y ceremonias, el de salud, entre muchos otros.
Después de estos grandes apartados debemos reconocer que existen en ellos categorías e incluso nichos, pues para que un producto o servicio turístico sea exitoso se necesita entender que debe estar enfocado en cubrir una necesidad muy específica, proveniente de un segmento también muy particular.
Cuando se ejecutan los puntos anteriores se ubica ante un escenario de muchas oportunidades pues se puede generar identidad, y es este elemento el que le otorga a marcas, negocios, personas y lugares, un poder increíble, el poder de sobresalir y destacarse de la demás oferta existente.
México se encuentra en el top ten mundial de países con recepción de turistas, su gastronomía, su folclor, los diferentes tipos de ciudades y playas, los atractivos, festivales y eventos, lo que generan infinitas posibilidades. Lo que también es verdad es que al poseer tanta riqueza de recursos y de opciones, nos hemos confiado, nos hemos perturbado entre el ruido que genera tener tantas alternativas, para muestra casos de éxito como Costa Rica, Perú o Panamá, por citar algunos, pues estos países con pequeña extensión territorial, con muy poca biodiversidad y con identidades nacionales que pueden ser confundidas con otras, consiguen colocarse como una opción debido a que han trabajado constantemente en los siguientes factores:
– Concentrarse en consolidar su oferta en solamente un par de ese rectores.
– Sumar todos sus esfuerzos mediáticos y alinearlos hacia la misma
– Aprovechar otras aristas como la económica, la salud, la educación o los negocios, para entonces detonar al mismo tiempo y de forma colateral el sector turístico.
Lo interesante es ¿cómo describimos nuestro país a los extranjeros? ¿Cómo le explicamos esa tradición de comer tacos de pie o ese grito de alegría que se expresa cuando se escucha un buen mariachi? ¿Cómo les explicamos que México es más que Cancún y Riviera Maya? o ¿cómo les podemos narrar de forma correcta lo que significa un albur o el doble sentido?
Somos una nación con un sentido del humor increíble, con un amplio y generoso uso del color, con una increíble tradición oral y musical, con un vasto semillero de talento y un campo fértil para la creación artística, somos ingeniosos y muy cálidos.
Hace un par de días escuchaba a Sofía Niño de Rivera en su participación en Netflix en lo que se tituló “Expuesta”, su sentido del humor es sin igual, pues lo aborda desde todas esas sombras que también poseemos como mexicanos. Una de mis partes favoritas es cuando toca el tema de la gastronomía, pues como ella misma lo dice y desde su peculiar forma de hacerlo, es muy complicado describirle a los extranjeros nuestros platillos pues todos parecen poseer la misma base para su fabricación.
– Flautas: tortilla, lechuga, pollo, frijoles, crema y salsa.
– Chilaquiles: tortilla, lechuga, pollo, frijoles, crema y salsa.
– Tacos dorados: tortilla, lechuga, pollo, frijoles, crema y salsa.
– Sopes: tortilla, lechuga, pollo, frijoles, crema y salsa.
Como hemos visto con los anteriores incisos, los elementos son los mismos, la base es el maíz y son las variantes en los procesos, en los en los terminados o en la presentación, los que le otorgan un nombre distinto a estas comidas.
La moraleja es muy sencilla en el turismo, lo importante es cómo nivelamos esos ingredientes, es cómo trabajamos para que se conviertan en una buena experiencia para los visitantes, en cómo contribuimos para que sean diferentes y por tanto especiales. En resumen, eso es hacer mercadotecnia turística.
Publicado en: http://amazingpeoplemexico.com/articulos/68/describi??ndole-m??xico-a-los-extranjeros