Esta columna es de negocios y marketing, no de política, pero la verdad es que en todas las actividades humanas, hay política. Aprovechando su permeabilidad, decidí recabar unos puntos del muy particular estilo de Donald Trump y trasladarlos al mundo empresarial.
Después de Obama nada es igual, nos guste o no el mood de Trump, la realidad es que es el presidente de EUA. Bajo tal hecho, el siguiente paso es comprender porque llegó hasta la oficina oval.
Trump, su equipo y “Dios bendiga a Norteamérica”, tienen razón en las siguientes consideraciones:
- El social media entrelazado con los medios tradicionales, es una fuete inagotable de poder.
- El inbound marketing va más allá de la inspiración; el espectáculo, repulsión, enojo, comedia y polémica, son otras fuentes para la generación de contenidos.
- Clásico, promedio y silvestre con ligero refinamiento, lo anterior nunca pasa de moda, siempre habrá un grueso poblacional aferrado al pasado, a lo mundano y al discurso pasivo-agresivo.
- Fake, reality y tutorial, son los ejes rectores del siglo, de Trump y por tanto de los negocios.
- La ficción y la realidad se fusionan en “n” versiones, es por ello que las interpretaciones cuentan tanto como los mensajes originales emitidos.